El coronel del petróleo
En 1858, Edwin Laurentine “coronel” Drake llegó con su familia a Titusville, Pensilvania. Aunque no tenia experiencia alguna en la industria del petróleo, la Seneca Oil le encargo una difícil misión; llegar hasta el petróleo que, supuestamente, se escondía en el subsuelo de la región.
De conseguirlo, los beneficios serían millonarios, cuando comenzó a perforar eran pocos los que creían en él y muchos los que se mofaban de una idea tan ridícula. Para 1859 Edwin Drake encontraría petróleo, donde se dio origen a una de las industrias más importantes de la economía moderna.
Pesé a que antes del hallazgo de Drake ya existían otros pozos, fue este el que impulsó el establecimiento masivo de compañías que se dedicaron exclusivamente a la explotación del recurso.
No pasaron 10 años del descubrimiento de Drake y el petróleo se había convertido en una fuente de energía muy eficiente y que pudo adaptarse a las nuevas demandas de la industria. Con la aparición de las primeras prensas movidas por la fuerza del vapor se produjo un incremento drástico de la demanda de iluminación barata. En las ciudades, las redes de gas para iluminación, que se habían empezado a construir a comienzos del siglo XIX, sólo cubrían las zonas céntricas, donde era rentable operarlas.
Para aquellos a los que no llegaba el gas, el aceite de ballena se había convertido en su iluminación habitual. Sin embargo, al mismo ritmo que la demanda de este aceite crecía, su disponibilidad disminuía y el precio se disparaba. Existían otros iluminantes, pero unos eran peligrosos por el riesgo de explosión y otros demasiado caros. La solución vendría del abundante y barato petróleo del latín, “aceite de piedra”.
Oil Channel quiere que estés más cerca de la industria del petróleo y el gas por eso no te pierdas la continuidad de esta historia.
Fuente: La Casa De La Historia / cabovolo.com