El margen atlántico de África Occidental revive el interés global en exploración petrolera

La cuenca de Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea-Bissau y Guinea-Conakry ha atraído especial atención a medida que su potencial geológico se hace más evidente.

El margen atlántico de África Occidental está entrando en un período de renovado interés en la exploración, impulsado por una prometedora geología del Cretácico, cambios en las carteras de las empresas y un creciente reconocimiento de la necesidad de nuevos barriles para equilibrar la oferta futura.

La cuenca MSGBC (Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea-Bissau, Guinea-Conakry) ha atraído especial atención a medida que su potencial geológico se hace más evidente y una nueva generación de actores internacionales, en particular Chevron en Guinea-Bissau, señala que las oportunidades de vanguardia siguen firmemente en el mapa estratégico.

“Este repunte se produce en un momento en que el capital de exploración se concentra cada vez más en cuencas selectas con un potencial de crecimiento considerable, lo que hace que los yacimientos cretácicos del margen atlántico sean especialmente competitivos”, afirma W. Schreiner Parker, director de Mercados Emergentes y Empresas Nacionales de Petróleo (NOC) en Rystad Energy.

Reactivación exploratoria generalizada

El impulso de la región se ve reforzado por la reactivación exploratoria generalizada que se está produciendo en toda África. A medida que los operadores globales se reorientan hacia prospectos con mayor concentración de petróleo y adyacentes a la infraestructura, los dominios offshore de África Occidental ofrecen margen de maniobra tanto a escala como a nivel técnico.

Sierra Leona, reconocida desde hace tiempo por el potencial de su cuenca, pero históricamente ignorada, también podría recuperar relevancia, especialmente a medida que se perfeccionan los modelos del subsuelo y el éxito de las perforaciones regionales invita a una nueva mirada a las áreas subexploradas. El impulso hacia oportunidades fronterizas de mayor impacto se alinea con el potencial de recursos de estas cuencas, posicionándolas para una renovada actividad de licencias y asociaciones a corto plazo.

Mientras tanto, Angola se destaca como un modelo de cómo una provincia petrolera madura puede revitalizarse con éxito. Mediante reformas regulatorias, mejores condiciones fiscales y un esfuerzo deliberado por atraer inversiones a los yacimientos presal, postsal y marginales, Angola ha logrado revertir el estancamiento de la exploración y atraer nuevos participantes.

La coherencia de propósito del gobierno y el liderazgo pragmático de Sonangol y el regulador ANPG demuestran cómo la estabilidad y la previsibilidad pueden mejorar sustancialmente el entorno de inversión. El enfoque de Angola ofrece un punto de referencia para sus pares del otro lado del Atlántico que buscan estimular la exploración sin comprometer los intereses nacionales.

“Sin embargo, este impulso emergente no puede separarse de las realidades de gobernanza de la región. Los inversores siguen dando gran importancia al riesgo superficial, y acontecimientos recientes, como el ambiguo golpe de Estado en Guinea-Bissau, subrayan la fragilidad de este riesgo, que puede afectar a las cuencas fronterizas”, dice W. Schreiner Parker.

“Si bien el potencial geológico puede ser atractivo, los proyectos offshore de ciclo largo requieren la solidez de las instituciones y la claridad de las políticas. Las decisiones de exploración se ven cada vez más influenciadas no solo por la calidad del subsuelo, sino también por la fiabilidad percibida de los regímenes fiscales, la inviolabilidad de los contratos y la continuidad de las estrategias nacionales a lo largo de los ciclos políticos. Por lo tanto, mantener un clima de inversión estable es esencial si los Estados de África Occidental desean convertir las oportunidades geológicas en resultados comerciales”, añade Schreiner Parker.

Las NOC serán fundamentales

Las compañías petroleras nacionales serán fundamentales para definir cómo se desarrollará este momento de oportunidad. Muchas petroleras nacionales de África Occidental ya cuentan con alianzas que las posicionan para impulsar la exploración, a la vez que fortalecen la gobernanza y la capacidad comercial. GEPetrol, en Guinea Ecuatorial, ha participado activamente en empresas conjuntas para fortalecer su capacidad técnica, mientras que Sonangol, en Angola, ha demostrado cómo la reestructuración de activos y la colaboración con las petroleras internacionales pueden modernizar una cartera nacional.

En la cuenca MSGBC, Petrosen, en Senegal, y SMHPM, en Mauritania, se han convertido en gestores cada vez más eficaces del desarrollo offshore, adquiriendo experiencia operativa y credibilidad a través de alianzas en importantes proyectos de GNL y petróleo. Estos ejemplos demuestran que cuando las petroleras nacionales están empoderadas, tienen disciplina comercial y están debidamente alineadas con sus socios internacionales, se convierten en facilitadores cruciales de la expansión del sector, en lugar de ser obstáculos administrativos.

En opinión de Schreiner Parker, los próximos años determinarán si el resurgimiento del margen atlántico durante el Cretácico se convierte en una tendencia sostenida o en un estallido de actividad efímero. El éxito dependerá de que los países mantengan marcos regulatorios transparentes, permitan que las compañías petroleras nacionales se conviertan en instituciones con mayor agilidad comercial y creen un entorno donde la exploración de frontera siga siendo atractiva tanto técnica como políticamente.

“Con el capital global cada vez más selectivo, África Occidental tiene una historia convincente que contar, pero convertir el interés en proyectos requerirá consistencia, coordinación y una clara comprensión de que la ventaja geológica por sí sola ya no es suficiente”, concluye Schreiner Parker.