¿Puede el potencial petrolero costa afuera de Colombia competir con el de Brasil?

La industria petrolera de Colombia ha tenido un par de años difíciles luego de un deterioro significativo debido a la pandemia de COVID-19.

Colombia no ha visto grandes descubrimientos de petróleo en más de una década. 

Algunos creen que el potencial petrolero costa afuera de Colombia podría rivalizar con el de Brasil.

La nación latinoamericana devastada por los conflictos de Colombia golpea muy por encima de su peso cuando se trata de la producción de petróleo. El país andino es el tercer productor de petróleo de la región, incluso después de experimentar un importante deterioro de la productividad industrial desde la llegada de la pandemia de COVID-19, a pesar de contar con reservas probadas de petróleo de solo 1.800 millones de barriles. Colombia no ha tenido grandes descubrimientos de petróleo en más de una década, ejerciendo una presión cada vez mayor sobre las escasas reservas del país y su economía dependiente del suelo. Una solución que planea el candidato presidencial el senador de izquierda Gustavo Petro, para las elecciones de mayo de 2022, es poner fin a la exploración de petróleo mientras se construyen otras industrias económicamente más productivas, en particular la agricultura y la manufactura. El actual gobierno del presidente Iván Duque, en 2021 se duplicó la exploración de petróleo en alta mar.

Existe la creencia de que Colombia posee un potencial petrolero en alta mar similar al de Brasil, lo que, de ser correcto, cambiaría las reglas del juego para la industria petrolera en apuros del país andino y la economía dependiente de los hidrocarburos. El masivo offshore de BrasilEl auge del petróleo presal ubicado principalmente en las cuencas de Santos y Campos del Océano Atlántico catapultó al país a convertirse en el principal productor de petróleo crudo de América Latina. Hay indicios de que las aguas costeras de Colombia tienen un potencial petrolero considerable con cuatro cuencas marinas reconocidas a lo largo de la costa del Caribe y otra situada en la costa del Pacífico. La exploración y producción de petróleo en alta mar tiene muchas ventajas sobre las operaciones de petróleo crudo en tierra en Colombia. La clave son los riesgos asociados con un entorno de seguridad en tierra volátil y el deterioro de la licencia social con la mayoría de las comunidades locales que se oponen a las operaciones de la industria cercana. El aumento de la producción de cocaína está alimentando el conflicto entre una miríada de grupos armados ilegales que operan predominantemente en regiones remotas donde hay importantes operaciones de la industria petrolera.

La cuenca del Putumayo, que es la segunda cuenca productora más alta de Colombia, al igual que la región del Catatumbo cerca de la frontera con Venezuela que abarca parte de la cuenca de los Llanos, el epicentro de la industria petrolera de Colombia, está dividida por el conflicto. Los grupos armados ilegales en esas regiones luchan por el control del lucrativo territorio de cultivo de coca y las rutas de contrabando. Los bombardeos de oleoductos y las tomas ilegales para el robo de petróleo, que va en aumento, siguen siendo peligros constantes para las operaciones en tierra, lo que aumenta el riesgo de cortes de producción y mayores costos de transporte.

Esos problemas, junto con la considerable incertidumbre que rodea la explotación de hidrocarburos no convencionales en Colombia, así como la escasez de descubrimientos convencionales, están disuadiendo la inversión en tierra por parte de las grandes empresas de energía. De hecho, a fines de 2020, la perforadora estadounidense Occidental Petroleum vendió sus activos petroleros colombianos en tierra, pero retuvo sus intereses en alta mar. Se estima que las cuencas hidrocarburíferas del Caribe costa afuera de Colombia podrían contener hasta32 mil millones de barriles de petróleo crudo, o aproximadamente 16 veces las reservas probadas actuales del país andino. Eso hace que su explotación sea un paso importante requerido para revitalizar la industria petrolera de Colombia y expandir la producción al objetivo de suma importancia de 1 millón de barriles por día. Las cuencas de hidrocarburos del Caribe costa afuera de Colombia están atrayendo una atención considerable. Desde 2015, Ecopetrol ha reportado una serie de descubrimientos de hidrocarburos a lo largo de la costa del Caribe, lo que ayuda a confirmar el considerable potencial de petróleo y gas natural que se cree que existe en la región. 

El atractivo de invertir en el extranjero en Colombia se ve subrayado por las principales empresas energéticas internacionales que compran activos en la región durante 2021. 

Entre ellos se encontraba la supermajor mundial Royal Dutch Shell, que a principios de 2021 cerró un trato adquiriendo, de Anadarko, una participación operativa del 50% en los bloques Fuerte Sur, Purple Angel y COL-5 en las costas de Colombia, con la participación restante en manos de Ecopetrol. Luego, a fines de 2021, a pesar de haber vendido sus activos petroleros colombianos en tierra un año antes, Occidental, a través de su subsidiaria Anadarko Colombia, firmó contratos por cuatro bloques costa afuera, COL-1, COL-2, COL-6 y COL-7, que cubren alrededor de 3,9 millones de acres. La ANH estima que solo esos bloques requieren una inversión de $ 1.4 mil millones para ser explotados con éxito.

El Ministerio de Energía y Minas de Colombia espera una inversión total de $ 80 millones para 2022 en proyectos de exploración de gas natural en alta mar. Se espera que la mayor parte de ese gasto provenga de la compañía petrolera nacional Ecopetrol, que anunció planes para gastar casi $ 65 millones en actividades en alta mar. Eso incluye al socio Shell perforando el pozo salvaje Gorgon-2 en el bloque COL-5 ubicado en la cuenca costa afuera de Sinu. La petrolera nacional de Brasil, Petrobras, anunció planes para perforar con guía de Ecopetrol un pozo de exploración en el Bloque Tayrona costa afuera, ubicado en la cuenca de la Guajira, para identificar el potencial hidrocarburífero de los activos. Se cree que el bloque se encuentra en una tendencia de hidrocarburos que es una extensión de los campos petroleros marinos de la vecina Venezuela. Petrobras, que es el operador y tiene una participación del 44,44% en el Bloque Tayrona con el resto en manos de Ecopetrol, anunció en 2020 que vendía su participación en Tayrona. Esto forma parte de la estrategia de la supermajor energética brasileña de salir de activos fuera de Brasil para centrarse en sus operaciones presalinas costa afuera de Brasil.

La exploración y el desarrollo exitosos de la costa de Colombia podrían ser la clave para rejuvenecer la industria petrolera económicamente crucial del país latinoamericano devastado por conflictos. La producción de petróleo crudo en tierra cayó bruscamente con el advenimiento de la pandemia de COVID-19 y aún no se ha recuperado. Para febrero de 2022, Colombia solo bombeaba un promediode 739.542 barriles diarios, 1% menos que el año anterior y los 878.389 barriles diarios producidos en febrero de 2020, último mes operativo no afectado por la pandemia. La falta de grandes descubrimientos en tierra en más de una década, dejando solo seis años de producción, representa una amenaza directa para la economía colombiana dependiente del petróleo, donde el petróleo genera un tercio de los ingresos por exportaciones y más del 3% del producto interno bruto. Por estas razones, la expansión de las actividades de exploración costa afuera es crucial para la supervivencia del sector de hidrocarburos de Colombia, el aumento de la producción de petróleo crudo y el impulso del crecimiento económico.

Fuente: Oil Price

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