Guyana aprovecha su auge petrolero para acelerar el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos

En 2015, Guyana descubrió grandes cantidades de petróleo en sus aguas territoriales, lo que ha impulsado un acelerado crecimiento económico en la región. El gobierno de Irfaan Ali ha decidido destinar los beneficios derivados de esta riqueza natural a mejorar los servicios públicos en el país.

Este auge del mercado petrolero ha disparado el crecimiento económico de Guyana, posicionándose como la economía de más rápido crecimiento en el mundo, con un aumento de la producción petrolera del 425% desde enero de 2024. Sin embargo, a pesar del crecimiento, el Estado guyanés solo recibe una pequeña fracción de los beneficios generados.

En vísperas de las elecciones generales de 2025, el presidente Irfaan Ali ha optado por utilizar los ingresos del petróleo para financiar programas sociales y mejorar las condiciones de vida de la población. Entre las medidas anunciadas, destaca un pago único de 100.000 dólares guyaneses (aproximadamente 500 euros) para cada ciudadano mayor de 18 años. Este enfoque busca que los beneficios del petróleo lleguen directamente a la ciudadanía, algo poco común en la región.

Además, el gobierno ha implementado una serie de reducciones fiscales, como desgravaciones para familias con hijos, un aumento de las pensiones y una rebaja del 50% en las facturas de electricidad. A partir del 1 de enero, la enseñanza en los centros de formación profesional será gratuita, lo que aliviará la carga económica de unos 11.000 estudiantes y reducirá significativamente la deuda estudiantil.

Estas iniciativas reflejan un cambio significativo en la gestión de los ingresos petroleros, destinados a fortalecer áreas clave del bienestar social.

Visión 2030: El plan para convertir a Guyana en una potencia caribeña

Con su plan "Visión 2030", el presidente Ali busca diversificar la economía de Guyana, tradicionalmente dependiente de la agricultura y la minería, para posicionar al país como el principal productor de carne de pollo y otras proteínas en el Caribe. El plan también incluye el establecimiento de alianzas internacionales y el desarrollo del "capital humano" para hacer de Guyana un socio relevante en el escenario global.

A pesar de un crecimiento proyectado del 43% para 2024, el contrato firmado en 2016 con la multinacional ExxonMobil ha sido objeto de duras críticas. El acuerdo, firmado por el entonces presidente David Granger, ha resultado desfavorable para Guyana, ya que aunque la extracción de petróleo es elevada, el país ha recibido solo 1.900 millones de dólares en ingresos, mientras que ExxonMobil ha obtenido 14.000 millones de dólares. Los críticos afirman que el gobierno de Granger pudo haber negociado mejores condiciones para asegurar una mayor parte de los beneficios.

Guyana, históricamente una de las naciones menos desarrolladas de América del Sur debido a su dependencia de sectores primarios y una estructura social dividida, ha experimentado una transformación económica desde el descubrimiento de grandes reservas de petróleo. Este hallazgo ha convertido al país en una de las economías emergentes más prometedoras de la región y ha atraído la inversión de grandes corporaciones energéticas, especialmente de ExxonMobil.

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