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El Pulso Energético de Colombia en 2025: Entre la Recuperación Petrolera y los Desafíos del Gas

Por PhD Mario Fernando Zamora Santacruz

El año 2025 ha sido un período de dinamismo y contradicciones para el sector de hidrocarburos en Colombia. Mientras el segmento petrolero muestra signos robustos de recuperación y aporte fiscal, el gas natural presenta un panorama de preocupante declive y creciente dependencia de importaciones. Este escenario dual exige una mirada crítica a las políticas actuales y futuras para asegurar la seguridad energética y la estabilidad económica del país.

La buena noticia para la economía colombiana viene del lado del petróleo. En mayo de 2025, la producción promedio diaria alcanzó los 749.800 barriles promedio por día (KBPD), lo que representa un aumento del 5% frente a abril. Este repunte es significativo, especialmente si consideramos que en abril de 2025 la producción había caído a 714.2 KBPD, uno de los niveles más bajos en casi cuatro años, afectado por problemas de orden público en regiones clave como Arauca y Meta. La capacidad de recuperación del sector es un testimonio de su resiliencia.

Este incremento acerca al país a la ambiciosa meta de 764 KBPD establecida en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) para 2025. Alcanzar este objetivo requerirá un esfuerzo sostenido, con la necesidad de mantener un promedio de 775,8 KBPD en el segundo semestre del año. El cumplimiento de esta meta es crucial, ya que el sector de hidrocarburos sigue siendo una fuente vital de ingresos fiscales y divisas para Colombia.

De hecho, las exportaciones de petróleo y derivados en mayo alcanzaron los US$1.065 millones FOB, con un impresionante crecimiento del 13,3% frente a abril. Aunque las exportaciones acumuladas hasta abril de 2025 mostraron una ligera disminución respecto a 2024, el repunte de mayo es una señal alentadora.

La actividad exploratoria y de producción también refleja este dinamismo. En junio de 2025, se reportaron 110 equipos de taladros activos, un incremento del 6,8% en comparación con el mismo mes del año anterior. Esto se traduce en una inversión proyectada de US$4.680 millones para 2025, con US$740 millones destinados a exploración y US$3.940 millones a producción. Este compromiso inversor es fundamental para contrarrestar la declinación natural de los campos existentes y asegurar la sostenibilidad de la producción.

El contexto internacional ha jugado un papel mixto. En junio de 2025, el precio del Brent promedió US$69,4 por barril, un aumento de US$4,9 respecto a mayo, impulsado por factores geopolíticos como las tensiones en el Medio Oriente y las políticas de producción de la OPEP+. La volatilidad global subraya la importancia de una gestión fiscal prudente y la necesidad de mantener un sector robusto que pueda capitalizar los momentos de precios favorables.

En marcado contraste con el éxito petrolero, el sector del gas natural enfrenta un deterioro significativo que amenaza la seguridad energética del país. En mayo de 2025, la producción de gas fue de 800 millones de pies cúbicos diarios (MPCD), una cifra considerablemente menor que la del año anterior y que, en abril, marcó el nivel más bajo en una década (809.0 MPCD).

La consecuencia directa de esta caída en la producción interna es el aumento alarmante de las importaciones de gas. En mayo de 2025, Colombia importó 176.0 MPCD, cifra que ascendió a 187.5 MPCD en junio, mostrando una tendencia creciente. Esta dependencia no solo eleva los costos energéticos para los consumidores y la industria, sino que también expone al país a la volatilidad de los precios internacionales y a interrupciones en el suministro.

Expertos y entidades como Fitch Ratings han advertido que, si las tendencias actuales continúan, para 2025 las reservas de gas de Colombia solo alcanzarían para aproximadamente 6 años de consumo, con la producción nacional cubriendo apenas el 88% de la demanda proyectada. Para 2026, esta cobertura podría reducirse al 70%.

La Contraloría General de la República ha señalado que, si bien en 2024 hubo un ligero aumento en las reservas de gas, la mayoría de estas adiciones provienen de revaluaciones de campos existentes, no de nuevos descubrimientos significativos. La falta de nuevos contratos exploratorios en administraciones anteriores ha sido señalada como una de las causas fundamentales de esta crisis.

El gobierno colombiano, a través de la "Hoja de Ruta para la Transición Energética Justa", reconoce la necesidad de diversificar la economía y reducir la dependencia de los hidrocarburos a largo plazo. Sin embargo, la misma hoja de ruta enfatiza que el sector petrolero y gasífero seguirá siendo esencial para la estabilidad económica y fiscal del país en el mediano plazo. El desafío es cómo gestionar esta transición de manera que no comprometa los ingresos actuales ni la seguridad energética.

En este contexto, las políticas gubernamentales son de doble filo. Por un lado, el Acuerdo ANH No. 03 de 2025 busca flexibilizar y normalizar los contratos de hidrocarburos, incentivando el cumplimiento y facilitando la inversión. Medidas como la anticipación de extensiones de periodos de explotación y la simplificación de garantías son pasos en la dirección correcta para atraer y retener capital.

Por otro lado, la política de no otorgar nuevos contratos de exploración de petróleo y gas genera incertidumbre y limita el potencial de descubrir nuevas reservas que podrían paliar la crisis del gas y extender la autosuficiencia petrolera.

La contradicción entre la necesidad de mantener la producción para asegurar los ingresos fiscales y la visión de una transición energética sin nuevos contratos de exploración es una tensión central. El gremio petrolero, Campetrol, ha reiterado su compromiso con el fortalecimiento de la actividad exploratoria y productiva, subrayando su importancia para la seguridad energética y las finanzas públicas.

La industria ha demostrado capacidad de generar empleo significativo (Ecopetrol, por ejemplo, generó más de 66.000 oportunidades en el primer semestre de 2025) y aportes fiscales sustanciales (85.9% de las regalías nacionales provienen del petróleo). Sin embargo, la contracción en la actividad de perforación observada entre finales de 2022 y finales de 2024, antes del repunte de 2025, ya había provocado la pérdida de más de 27.000 empleos.

Para el resto de 2025, el sector petrolero colombiano se enfrenta al reto de mantener y superar el promedio de 775,8 KBPD para cumplir con la meta del MFMP. Esto requiere no solo un entorno de orden público estable, sino también la plena implementación de las medidas de flexibilización contractual y una señal clara que atraiga la inversión necesaria para la exploración y el desarrollo de nuevos proyectos.

En cuanto al gas, la situación es más apremiante. La materialización de proyectos offshore y la optimización de los yacimientos terrestres existentes son esenciales. Ecopetrol, por ejemplo, está trabajando en estrategias para aumentar la producción de gas y se evalúan proyectos costa afuera con miras a la autosuficiencia para 2030, pero el déficit de 2025 es una realidad ineludible que deberá ser compensada con costosas importaciones.

En resumen, el 2025 para el sector de hidrocarburos en Colombia es un año de dos velocidades. La industria petrolera muestra signos de fortaleza y se encamina a cumplir sus metas, demostrando su resiliencia y su valor para las finanzas del país. Sin embargo, la crisis del gas plantea un desafío urgente y estructural que exige una revisión profunda de las políticas energéticas.

La clave para Colombia en lo que resta de 2025 será encontrar un equilibrio pragmático entre la necesidad de ingresos y seguridad energética a corto plazo, y la visión de una transición energética a largo plazo, asegurando que el motor económico del país no se detenga mientras se construyen los cimientos del futuro energético.

 

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Publicado por Massimo Di Santi

Massimo Di Santi. Periodista, Comunicador Social y Presentador de diferentes medios internacionales. Ganador de múltiples premios, ha cubierto importantes eventos a nivel mundial y es un destacado periodista de guerra. Creación IA

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