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La disputa del uribismo y el santismo por el petróleo

Las diferencias entre la ministra de Minas, María Fernanda Suárez y el presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, Luis Miguel Morelli están en su punto más alto. A este último le habrían ofrecido un cargo diplomático. Entre tanto, miembros del uribismo en disputa porque argumentan que el sector de minas y energía lo están manejando personas cercanas a Juan Manuel Santos.

A tan solo seis meses de la posesión del presidente Duque, un enfrentamiento hasta ahora privado, tiene en vilo al sector petrolero del país. María Fernanda Suárez, ministra de Minas y Energía está en abierta disputa contra Luis Miguel Morelli, presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ANH. El pulso parece haberlo ganado la ministra porque en las últimas horas el gobierno, le habría ofrecido un cargo diplomático en Emiratos Árabes a Morelli. Sin embargo, el trasfondo de la disputa parece ser entre miembros del uribismo y del santismo.

La designación de María Fernanda Suárez como ministra de Minas sorprendió en los sectores político y en la industria de los hidrocarburos. La razón, es que la funcionaria venía desempeñándose desde agosto de 2015, como vicepresidente Corporativa de Estrategias  y Finanzas de Ecopetrol. Allí llegó, en un cargo especial que se creó en la entidad, bajo la administración de una de las personas más cercanas al expresidente Juan Manuel Santos, el economista, Juan Carlos Echeverry. Por esta razón, en círculos del uribismo, se interpretó este nombramiento como la continuidad de Santos en el sector petrolero y de energía con la ministra Suárez. De hecho, fue criticada por sus posturas en redes sociales a favor del proceso de paz, en el gobierno Santos.

Por su parte, el pasado 24 de septiembre, Luis Miguel Morelli Navia, se posesionó como presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ANH. Un abogado, con experiencia en el sector y quien habría sido gobernador de Norte de Santander. Según se conoció, en círculos políticos, Morelli llegó a la entidad con el guiño del senador José Obdulio Gaviria y el exalcalde de Bucaramanga, Fernando Vargas, quien contribuyó en su región para conseguir un significativo electorado en favor del entonces candidato Iván Duque.

Entonces, casi de entrada, empezaron las diferencias. La ministra Suárez, se afirma, que tenía como candidato para la entidad a Alejandro Martínez, una de las personas que encabezó la comisión de empalme del sector minas y energía. Por eso, se daba por descontado que fuera el presidente de la ANH. No obstante, la ministra, tuvo que aceptar el nombramiento de Morelli, quien venía precedido del apoyo de la dupla Vargas-Gaviria, quienes según se conoció en círculos políticos, convencieron al Presidente de la designación del funcionario, en la que es considerada la joya de la corona del sector petrolero.

La ANH es la entidad más importante del sector de hidrocarburos y para las finanzas del país como quiera allí se suscriben los contratos de exploración y producción petrolera, de donde salen, en un amplio porcentaje, los recursos para educación, salud y todo lo relacionado para financiar el denominado gasto social.

No obstante, en el juego de poder que se convirtió la disputa por la ANH, el que se perfiló como candidato de la ministra para ocupar el cargo, Alejandro Martínez, tuvo como premio de consolación su designación como delegado del presidente de la República, en el Consejo Directivo de la entidad, máximo órgano rector de la política petrolera del país.

De entrada, las relaciones se tornaron tensas. La ministra Suárez, empezó a vigilar con lupa las actuaciones de Morelli en la entidad. Allí se evidenciaron las diferencias en dos aspectos fundamentales: la designación de cargos directivos en la ANH y la contratación en la entidad. Para ello, la funcionaria expuso la directriz que todo nombramiento directivo debería contar con su revisión o la de su equipo. En cuanto a la contratación, la medida fue similar porque se establecieron  varios controles.

Así las cosas, Morelli, quien aspiraba a manejar la entidad con autonomía se vio limitado, a pesar que legalmente la ANH, si bien está adscrita al ministerio de Minas,  cuenta con autonomía administrativa y financiera. Vino entonces, una situación que ratificó que las cosas no iban por buen camino. María Paula Jaramillo Restrepo, vicepresidente de Contratos de Hidrocarburos y Andrea Sánchez Álvarez, vicepresidente de Promoción y Asignación de Área, quienes llevaban pocas semanas en sus cargos salieron sorpresivamente de la agencia.

Extraoficialmente se conoció, que la razón de que les hubiesen pedido la  renuncia fue que, según informaron cinco fuentes consultadas por la Agencia de Periodismo Investigativo, API, las funcionarias estaban entregando información de la entidad al ministerio de Minas, desconociendo que su jefe inmediato era el presidente Morelli de la ANH.

Las relaciones siguieron tirantes. Al punto que la información llegó a la Casa de Nariño. En concreto, según fuentes de palacio, la ministra Suárez, se habría quejado ante el presidente Iván Duque, de las supuestas actuaciones de Morelli y solicitó su relevo. No obstante, el primer mandatario descartó de plano la petición y por el contrario, conminó a la funcionaria a arreglar sus diferencias, trabajar en equipo y sacar adelante la política petrolera con resultados.

En diciembre, con las festividades de fin de año, las diferencias quedaron en el congelador. Los dos funcionarios tenían interlocutores para hablar de los temas del sector y en Consejo Directivo se trataban los asuntos del sector en medio  de una tensa situación, en razón a que durante varias semanas se esperó la convocatoria a sesiones, pero esta se dilató.

Pero la tensión que parecía haberse ido junto con el año viejo, apareció con mayor fuerza. El pasado jueves la comisión de expertos designada por el gobierno nacional y conformada por trece expertos, conceptuó favorablemente sobre el uso del fracturamiento hidráulico, fracking, en Colombia. Pese al cuestionamiento realizado a nueve de sus miembros por tener conflicto de intereses, al tener vínculos con la industria petrolera, esto no aguó la celebración. La Agencia de Periodismo Investigativo, API, consultó a varios de los asistentes a una reunión en la que en medio de la euforia, Armando Zamora, coordinador de dicha comisión de expertos y presidente de la ANH entre los años 2003 y 2011, le manifestó a sus contertulios que la ministra de Minas, María Fernanda Suárez, le había ofrecido la presidencia de la Agencia Nacional de Hidrocarburos.

Ese mismo día, el senador del Centro Democrático, José Obdulio Gaviria, emitió un trino que sorprendió. “¿La ministra de minas no tiene tiempo para atender a directivos de petroleras de China e India, pero le sobra tiempo para estar en almuerzos con los ministros de Santos y su agenda de igualdad de género? ¡Fijar prioridades programáticas!”. Después señaló en otro trino: “mis opiniones sobre las actuaciones de la ministra de Minas, las hago con fundamento en hechos que son sus vínculos con funcionarios del gobierno Santos”.  Y remató su seguidilla de mensajes en redes sociales señalando “Echeverry (Hacienda/Ecopetrol de Santos) instaló como guardaespaldas y correveydiles en Ecopetrol a quienes hoy tienen en sus manos (q no es lo mismo q dirigir) política energética del país. Su sectarismo los hace concentrar en seguir defendiendo las políticas q ya fracasaron”.

Estos hechos causaron gran impacto en diferentes sectores. Porque se evidenció que más allá de la gestión de la ministra o del presidente de la ANH, el trasfondo, tratándose de un uribista pura sangre como lo es José Obdulio Gaviria, reflejaron su inconformidad por entregarle el sector de minas y energía al santismo. Con un hecho determinante, en las últimas horas el gobierno nacional le habría ofrecido al presidente de la ANH, Luis Miguel Morelli, un cargo diplomático en Emiratos Árabes. Al respecto, Morelli, no se pronunció.

Sin embargo, integrantes del uribismo expresaron que de materializarse el nombramiento diplomático de Morelli, el sector de minas y energía quedaría en cabeza del santismo porque María Fernanda Suárez, es pupila del ex ministro de Hacienda y expresidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry y del exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas. A su vez, Silvana Habib, ratificada como presidente de la Agencia Nacional Minera, es cercana a la exministra y mano derecha del presidente Santos, María Lorena Gutiérrez. A su vez, Aníbal Fernández de Soto,  vicepresidente de Desarrollo Sostenible de Ecopetrol, también es cercano a Santos. Incluso, el propio senador Álvaro Uribe, cuestionó el nombramiento en sus redes sociales, “Ojo Ecopetrol con el nombramiento de politiqueritos graduados en el anterior gobierno”.

De confirmarse, la salida de Luis Miguel Morelli de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, el uribismo perdería a una de sus fichas, apoyada al parecer por José Obdulio Gaviria. En su reemplazo, si se cumple lo que le planteó a sus contertulios la noche en que se aprobaron los proyectos piloto de fracking, Armando Zamora, llegaría a la entidad. Una designación que de darse, favorecería a la ministra Suárez quien es evidente también nació en el santismo.

De ser Zamora el elegido, habrá debate político. La razón es que cuando se desempeñó como presidente de la ANH hace cerca de una década fue duramente cuestionado por los organismos de control, por la adjudicación de un contrato de adquisición de sísmica, por privilegios educativos otorgados a los hijos de los funcionarios de manera supuestamente irregular y por el manejo del margen de comercialización de las regalías, factores que incidieron en su salida de la entidad  en septiembre de 2011.

Sin embargo, con menos de cinco meses en el cargo, Morelli termina crucificado. Nunca tuvo autonomía para desarrollar su labor, aunque la ley lo faculta. Pese a ello la semana pasada dio a conocer la aprobación de ajustes al modelo de contrato minuta y de esta manera empezó el proceso para reactivar la exploración costa afuera. De la misma manera, comenzó a reactivar la industria con la aprobación del proyecto de términos de referencia del proceso de asignación de áreas esencial en el propósito de aumentar las reservas de petróleo y gas.

Son las municiones que se están disparando en la nueva guerra política por el control de la política petrolera del país. Le corresponde al presidente Iván Duque tomar las riendas del asunto en un sector vital para las finanzas del país, hoy en una fuerte disputa entre uribistas y santistas.

Fuente:https://www.agenciapi.co/investigacion/politica/pulso-del-uribismo-y-el-santismo-por-el-petroleo

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Publicado por OIL CHANNEL

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