¿Hacia dónde va el petróleo? incertidumbre y volatilidad sacuden el mercado
Los precios del petróleo han experimentado una significativa caída en los últimos días, afectados por una combinación de factores que incluyen la imposición de nuevos aranceles por parte de la administración Trump, la incertidumbre sobre el regreso de más barriles de la OPEP+ al mercado y la creciente preocupación por una posible desaceleración económica global. Estos elementos han provocado una volatilidad en los precios del crudo que mantiene en alerta a inversionistas y analistas.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, conocidos como OPEP+, han desempeñado un papel clave en la estabilización del mercado petrolero en los últimos años. En 2023, el grupo acordó implementar recortes adicionales de producción para mantener los precios y evitar un exceso de oferta.
Sin embargo, en su reciente comunicado, la OPEP+ confirmó que a partir de abril comenzará a revertir gradualmente estos recortes, lo que ha generado incertidumbre sobre el impacto que tendrá en los precios.
Arabia Saudita, Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Kuwait, Kazajstán, Omán y Argelia reducirán de manera progresiva los recortes de 2,2 millones de barriles diarios (bpd). No obstante, el grupo ha dejado abierta la posibilidad de ajustar nuevamente la producción en función de la evolución del mercado.
La gran incógnita sigue siendo si esta estrategia logrará equilibrar la oferta y la demanda, o si conducirá a una caída sostenida de los precios en un contexto de menor crecimiento económico.
Los analistas consideran que el incremento de producción será moderado en el corto plazo. De acuerdo con Standard Chartered, el aumento en abril podría ser de apenas 135.000 bpd, lo que no generaría una sobreoferta inmediata. Sin embargo, la acumulación progresiva de barriles en los meses siguientes podría derivar en un exceso de suministro si la demanda no crece al ritmo esperado.
La volatilidad sigue siendo una constante en el mercado petrolero. En los últimos días, los precios han oscilado en función de las noticias sobre la OPEP+, la política comercial de Estados Unidos y las tensiones geopolíticas en distintas regiones productoras de petróleo.
La preocupación sobre una posible recesión en economías clave como China, la Unión Europea y Estados Unidos ha intensificado la incertidumbre en los mercados.
Además, la reciente decisión de la administración Trump de imponer nuevos aranceles a China, México y Canadá ha generado preocupaciones sobre una desaceleración del comercio global y, por ende, una reducción en la demanda de petróleo.
La posibilidad de represalias comerciales por parte de estos países podría agravar la situación y afectar aún más la estabilidad del mercado energético.
Otro factor para considerar es la evolución de la producción en Estados Unidos. En 2024, la oferta de petróleo de EE.UU. mostró una desaceleración significativa en comparación con años anteriores. Según datos revisados, la producción de crudo en el país promedió 13,208 millones de barriles por día, con un crecimiento interanual de solo 274.000 bpd, muy por debajo del aumento de 942.000 bpd registrado en 2023. Para 2025, los pronósticos indican un crecimiento aún más bajo, lo que podría brindar cierto alivio a los precios si la demanda se mantiene estable.
En el ámbito geopolítico, la reciente decisión del gobierno de EE.UU. de ordenar la salida de Chevron de Venezuela añade otra capa de incertidumbre al mercado. La compañía estadounidense tiene hasta el 3 de abril para cesar sus operaciones en el país sudamericano, lo que representa un golpe significativo para la economía venezolana. En 2024, Chevron producía más de 200.000 barriles diarios en Venezuela, una contribución clave para la recuperación del sector energético local.
Frente a esta situación, el presidente Nicolás Maduro ha manifestado que Venezuela está abierta a recibir inversión extranjera en los sectores de petróleo, gas, petroquímica y refinación. “Nuestros campos petroleros seguirán creciendo. Y si lo hacemos con aliados, tanto nacionales como extranjeros, mucho mejor”, afirmó Maduro en una reciente transmisión televisiva. El mandatario también destacó que la producción petrolera venezolana alcanzó en febrero un promedio de 1.058.000 bpd, aunque no especificó la fuente de estos datos.
El gobierno venezolano ha indicado que existen múltiples interesados en reemplazar a Chevron, con países y empresas de todo el mundo evaluando oportunidades para establecer acuerdos energéticos con el país.
Esta estrategia busca garantizar la continuidad de la producción petrolera y minimizar el impacto de las sanciones impuestas por EE.UU. Sin embargo, la salida de Chevron podría generar una reducción temporal en la producción hasta que nuevos inversionistas asuman sus operaciones.
¿Qué esperar en los próximos días?
En los próximos días, el mercado petrolero seguirá marcado por una fuerte volatilidad, impulsada por la incertidumbre sobre la estrategia de la OPEP+, las tensiones geopolíticas y la evolución de la demanda global.
La restauración gradual de la producción por parte de la OPEP+ podría generar fluctuaciones en los precios, especialmente si el mercado percibe que el incremento de barriles supera la capacidad de absorción de la demanda. Aunque el grupo ha reiterado que el ajuste será flexible y dependerá de las condiciones del mercado, persisten dudas sobre la coordinación entre sus miembros y su capacidad para evitar un exceso de oferta.
Además, la salida de Chevron de Venezuela y las sanciones de EE.UU. añaden presión al equilibrio del mercado, mientras que factores macroeconómicos como la fortaleza del dólar y el crecimiento de China seguirán influyendo en la dinámica del crudo.
En este escenario de alta inestabilidad, los inversionistas y productores deberán mantenerse atentos a las señales del mercado y a las próximas reuniones de la OPEP+, que serán clave para definir la dirección de los precios del petróleo.
Si bien la volatilidad continuará, el crecimiento sostenido de la demanda y la moderación en el aumento de la oferta sugieren que los precios podrían encontrar un punto de estabilidad en los próximos meses.
Todo dependerá de la evolución del consumo global, las decisiones de la OPEP+ y los movimientos en la política energética de las principales potencias. En este contexto, la próxima reunión del grupo será crucial para determinar si la estrategia de ajuste de producción logra contener la incertidumbre o si el mercado enfrentará nuevas presiones a la baja en los precios del crudo.
Por: Mario Zamora S.
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Publicado por Massimo Di Santi
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